En el Gran Premio de La Bañeza las máquinas de dos ruedas rodaron y compitieron sobre adoquines y sin una pista de asfalto hasta 1980. El pilotaje ha requerido siempre gran pericia de los pilotos. La cabecera de estas líneas se divide en dos imágenes; se trata de la misma curva desde dos perspectivas y épocas diferentes: a la izquierda las 125cc de 1959 y a la derecha las de 1977.