La Bañeza es alegría

La Bañeza es motociclismo del bueno, es fiesta y es alegría. Dicen historiadores diversos que el pueblo bañezano fue fundado, entre otros, por mozárabes cordobeses y bercianos. Y cierto es que, si la mezcla ha sido siempre una de las riquezas de las Hispanias, en La Bañeza se ha sabido extraer el aprendizaje de esa riqueza. Fue la sabia pluma bañezana de Manuel Martín la que sobre el carácter bañezano ya en 1957 escribía: …embajador donde sea del buen humor, un poco andaluz en el trato… Es una evidencia la pronta disposición del bañezano de sangre a dejarse llevar por la fanfarria y su jocosidad ante cualquier acontecimiento que se presenta.

El Bañezano Emilio Posada ha inventado su muy especial tribuna para ver las carreras del GRAN PREMIO DE LA BAÑEZA: una réplica de la campeona del mundo Derbi con sombrilla incorporada. En La Bañeza el sentido del humor y el ingenio van de la mano y hay en quien ambos van muy abrazados.

Curiosamente, en la entrevista que realizamos para la película documental a Jaime Alguersuari -director del Grupo Alesport- comparaba el milagro motociclista bañezano con el rocío sevillano. «No se sabe muy bien cómo se hace, pero se hace». Sea como fuere, el milagro bañezano, con todos sus atributos peculiares, sigue vivo año tras año. Un pueblo muy carnavalero el bañezano, trata de llenar de alicientes las estaciones del año. Se ha colado ya el otoño por las arterias donde hace poco más de un mes, miles de personas vibraron con el espectáculo y el gran ambiente del evento motociclista bañezano. Seguramente muchos bañezanos miran ya hacia su otra gran fiesta, Don Carnal, reconocida, por méritos propios, de Interés Turístico Nacional.

Algunos bañezanos no se resistieron a esperar hasta el invierno y encendieron su chispa carnavalera para añadir colorido a las calles de La Bañeza en las horas previas a ese Gran Premio de velocidad, al que quizá debería darse un reconocimiento, algo así como de Interés Turístico Mundial.

www.carnavaldelabaneza.com

GP Bañeza en las islas británicas

El periodista norirlandés Stephen Davison, fotógrafo especializado en road races, titula "LA ROAD RACE MÁS LOCA DEL MUNDO" su estupendo reportaje para Motorcycle News sobre el Gran Premio de La Bañeza. "Una embriagadora mezcla de nostalgia y locura..."

No es la primera ocasión, ni será la última, en que las reverberaciones del fenómeno motociclista urbano bañezano alcanza latitudes británicas. Y es que en aquellas islas madres de la motocicleta, en aquel rincón separado de Europa por el Canal de la Mancha la pasión por el motociclismo es tal, que sería imposible a sus sentidos dejar pasar despercibido un espectáculo tan carismático como el del Gran Premio de La Bañeza.

Ha sido Stephen Davison quien este año 2012 se presentó en las viejas escuelas públicas del Barrio San Julián -espacio de oficinas improvisadas frente a la línea de meta bañezana para asuntos administativos del evento- para solicitar una acreditación de prensa. «Toma, con esto te vale, fotografía lo que quieras», confió alguna voz de la organización, dándole una tarjeta del Motoclub Bañezano. Sorprendido ante tal simplicidad de mecanismos burocráticos, Davison se lanzó a inmortalizar la multitud de sorpresas que iban a estimular su objetivo durante todo el fin de semana. El resultado de su trabajo, de momento, un reportage de 4 páginas para la revista Motorcycle News.

Con esta doble página continúa el reportaje de Stephen Davison, cuyo relato periodístico habla de "una visión surrealista que empieza y termina tan de repente que uno duda de si lo que acaba de presenciar ha sido enteramente real o imaginario".

La Bañeza ha creado, sin apenas ser consciente de ello, un mito.  Ha creado un acontecimiento rebosante de magia y alma. Un rito que nació del entusiasmo de un grupo de amigos aficionados a las motocicletas allá por los años 50. Un evento que sobrevive fiel a su esencia, causando la admiración y asombro de todo aquel que llega alguna vez a presenciarlo. Bien encarada ya la segunda década del siglo XXI, uno se pregunta a dónde debe dirigirse hoy en día su camino. Aunque esta singular carrera de motos de un lugar del Norte de la Via de la Plata ha mantenido su espíritu inmutable con el paso de las décadas, su potencial internacionalizador es evidente. ¿Quizá sean compatibles aperturas a nuevas sensaciones manteniendo el bálsamo de romanticismo del formidable trabajo de unas manos apasionadas de voluntarios que han hecho pervivir durante 60 años el más preciado tesoro bañezano?

Para ver la traducción del curioso párrafo introductorio de Stephen Davison: traducción