La historia está ahí

Este año se cumplen sesenta años de uno de los acontecimientos más simbólicos que han perdurado en la memoria colectiva reciente de la ciudad de La Bañeza. En octubre de 1956 dos famosos corredores motoristas de aquella época, los hermanos Demetrio y Carlos del Val, realizaron una exhibición en sidecar que dejó boquiabiertos a los lugareños. A raíz de aquel recuerdo, el boca a oreja de padres a hijos y de abuelos a nietos y biznietos formó la leyenda de que fue aquel acontecimiento el que hizo brotar la afición a las carreras de motos en el circuito urbano bañezano. La leyenda en cuestión contaba algo así como que los Del Val tuvieron una avería cuando iban de Madrid a Galicia a competir en una carrera en La Coruña. Y que la avería fue reparada al hacer una pausa en el camino en La Bañeza. Y que en agradecimiento al buen trato recibido por las gentes de la pequeña localidad leonesa, hicieron la famosa exhibición jamás olvidada por el pueblo, la cual fue vivida con asombro y pasión. Y que a partir de entonces los bañezanos quisieron que cada año hubiera pasión motociclista en las calles de su ciudad. De cierto en esa leyenda hay, con certeza, varios aspectos: que los del Val pasaron por La Bañeza porque acudían a competir a una carrera en Galicia -aunque en Lugo y no en La Coruña-, que recibieron un trato excelente de los bañezanos, que hicieron efectivamente una exhibición,  que dicha exhibición fue vivida con entusiasmo y que a partir del año siguiente el Motoclub Bañezano se encargó con tenacidad e ilusión de que las carreras de motos fueran ingrediente insustituible en las fiestas de agosto de su ciudad.

Los hermanos del Val empleándose a fondo para deleitar a los bañezanos en octubre de 1956.

Los hermanos del Val empleándose a fondo para deleitar a los bañezanos en octubre de 1956 (página 53 del libro «Ecos de una pasión»)

Cuando realicé la investigación para publicar el libro «Ecos de una Pasión: de cómo el circuito motorista bañezano llegó a cumplir 50 años» y trabajar en la película documental «El Gran Premio de La Bañeza» descubrí, entre tantos y tantos detalles, los verdaderos entresijos de aquella curiosa anécdota acontecida en el otoño de hace seis décadas y los relaté, como otros muchos, es las páginas del libro. Pude cerciorarme de la evidencia de que no fue por aquel suceso que en La Bañeza nacieron las carreras motociclistas, dado que esto sucedió en 1956 y el primer ‘Circuito Motorista Bañezano’ había tenido lugar ya cuatro años antes. En 1952, 1953 y 1954 había habido ya olor a gasolina y aceite de ricino quemado en las calles durante las fiestas patronales de La Bañeza. En 1955 y 1956 se produjo un parón. No rugieron las motos en agosto en esos dos años. Quizá la exhibición de los Del Val en octubre de 1956 hizo recapacitar a los bañezanos para que en agosto de 1957 regresaran a sus calles las carreras.

Cartel anunciador de la segunda carrera de motos de La Bañeza desde la formación oficial del Motoclub Bañezano, la cuarta carrera en total, ya que hubo dos anteriores a dicha formación oficial.

Cartel anunciador de la segunda carrera de motos de La Bañeza desde la formación oficial del Motoclub Bañezano, la cuarta carrera en total, ya que hubo dos anteriores a dicha formación oficial.

Evidentemente, no ha sido tarea fácil para un pequeño municipio hacer perdurar un espectáculo como una carrera de motos en un circuito montado en sus calles. La segunda mitad de la década de los sesenta (aquella en la que un tal Ángel Nieto ganó en La Bañeza  y al año siguiente se proclamó Campeón del Mundo por vez primera) fue complicada. Las carreras faltaron a su cita en 1965, 1967 y 1969. El evento motociclista bañezano, que era entonces ya muy querido por los pilotos de toda la geografía nacional, luchaba por establecerse como una cita sagrada en el calendario motociclista hispano. A fuerza de tesón e ilusión, fueron superados los obstáculos para que las motos y sus pilotos pudieran seguir dando espectáculo.  El pueblo bañezano no entendía sus fiestas patronales sin carreras de motos. Aquellos apasionados de las motocicletas que en 1954 habían formado oficialmente el Motoclub Bañezano trabajaron firmemente, año tras año, a cambio del sueño maravilloso de que en su pequeña localidad persistiese con intensidad el fuego de la velocidad motociclista. Y el sueño se hizo realidad. Nuevas generaciones fueron tomando el relevo en el equipo de trabajo voluntario del Motoclub Bañezano. Y el relevo llegó siempre con más y más fuerza. Aparte de la velocidad, los voluntarios del club forjaron en las afueras de la ciudad una una las mejores pistas de motocross de España. ¿Podría alguien imaginar, cuando los del Val derrapaban junto a los bordillos de La Bañeza, que un día iban a derrapar los pilotos del Campeonato del Mundo en el bañezano barro del Circuito de La Salgada? Las manos del Motoclub Bañezano lo lograron. Así fue. En el año 2010 y en el año 2011 La Bañeza albergó el Campeonato del Mundo de Motocross. Eso es amor por el motociclismo. Fue un gusto para mí, colaborar voluntariamente con la promotora del mundial y redactar el texto del spot de presentación del GP de motocross, el cual mostró La Bañeza en todo el mundo. En el spot, por supuesto, había de mencionarse el circuito urbano de velocidad:

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La Bañeza’s promotional spot from Óscar Falagán Quintanilla on Vimeo.

¿Puede ser que como nunca se llegó a realizar el circuito permanente de velocidad, los miembros del motoclub sacaron pico y pala para construir ellos mismos su circuito permanente, aunque fuese en la modalidad de motocross? Puede ser o puede no ser. Pero lo que sí es seguro es que logros así han sido posibles porque las motos eran y son su devoción. Podemos bromear diciendo que los voluntarios del Motoclub Bañezano espetaban al viento algo así como «¿No habrá un Gran Premio de Campeonato del Mundo de Velocidad en La Bañeza? Nosotros lo crearemos de motocross.» Y crearon su GP de motocross. Y en realidad crearon su GP de asfalto también, porque la carrera de velocidad en su circuito urbano es todo un GP. Titulé la película documental «El Gran Premio de La Bañeza», porque así sentí que se debía titular. Era también un modo de crear marca. Un modo de ser conscientes de la trascendencia que el evento había adquirido con los años y que debía de ser cuidado para salvaguardarlo. Porque las carreras de velocidad de La Bañeza son genuinas, tienen marca, tienen esencia, singularidad y autenticidad.

Grau, 16 veces Campeón de España, en 1974 ganó en 125cc el GP de La Bañeza y el GP de España del Campeonato del Mundo. Su entrevista fue un lujo, así como su presencia en el coloquio de Barcelona.

Fotografía tomada durante el rodaje del documental, mientras se filma la entrevista a Benjamín Grau, 16 veces Campeón de España, En 1974 Grau ganó en 125cc el GP de La Bañeza y el GP de España del Campeonato del Mundo. Su entrevista fue un lujo, así como su presencia en el coloquio de la presentación del documental en Barcelona. Jesús A. Calvo (Imagen Industrial) filma excelentemente, regalándome el placer de entrevistar al ilustre piloto y maravillosa persona. El mismo placer que tuve al estar sentado junto a él durante el coloquio tras la presentación en la ciudad condal.

El Motoclub Bañezano hizo posible que el circuito de velocidad urbano resistiese en el tiempo como un espectáculo único, mientras la mayoría de circuitos urbanos de España iban desapareciendo uno a uno. Sólo en 1989 las carreras de motos volvieron a caerse del cartel de las fiestas patronales. El Ayuntamiento de entonces no arregló el firme del circuito, como solicitaba el Motoclub Bañezano para cuidar la seguridad de público y pilotos. Las motos cada vez eran más rápidas, los circuitos urbanos eran una especie en extinción y velar por la seguridad del evento era, indudablemente, como sigue siendo hoy en día, prioridad absoluta. Aquella fiesta fue descafeinada. Hubo pregón, verbenas y barracas, pero no fue fiesta. O al menos no fue como a La Bañeza le gusta que sea su fiesta. Se produjeron grandes protestas e incluso algunos manifestantes cortaron la carretera Nacional VI Madrid-Coruña, esa por la que llegaban cada año los pilotos desde tantos lugares, como llegaron los del Val en 1956. La siguiente secuencia extraída del documental narra, a través de algunos de sus protagonistas, el ‘carrerón’ de 125cc de 1963, en que algunos pilotos habían corrido el día anterior en prueba internacional en La Coruña:

[vimeo 139222394 w=640 h=360]

Secuencia de la película EL GRAN PREMIO DE LA BAÑEZA: 1963 from Óscar Falagán Quintanilla on Vimeo.

Este año 2016 el Ayuntamiento ha decidido imponer las fechas en que quiere que se celebre la carrera, sin tener en consideración la opinión del Motoclub Bañezano, que ha ofrecido dos fechas alternativas para ello. La contribución de los bañezanos es esencial para el desarrollo del evento. Es su aportación, a través de las arcas del consistorio la que lo ha sufragado históricamente. Resulta incomprensible que el Ayuntamiento no quiera tender su mano al club que ha hecho, década tras década, que un espectáculo que comenzó siendo comarcal y provincial, se haya convertido en un acontecimiento de interés internacional. Desgraciadamente, sucede en ocasiones que quienes han de ser los más indicados en ser conscientes de la dimensión que un evento tiene y de cuanto cuidado merece, son quienes menos lo son.

El periodista norirlandés Stephen Davison, titula «LA ROAD RACE MÁS LOCA DEL MUNDO» su estupendo reportaje para Motorcycle News sobre el Gran Premio de La Bañeza (ver más pinchando aquí).»

El aprecio que en toda España se tiene a la carrera de motos del circuito urbano bañezano  es inmenso. La película documental El Gran Premio de La Bañeza ha recibido ovaciones allá donde ha sido exhibida. La última de ellas en Barcelona, con un público entregado y un apasionante coloquio tras la proyección. Jamás el Ayuntamiento de La Bañeza se ha interesado por apoyar la promoción de esta película, realizada con gran esfuerzo e inversión por la productora leonesa Imagen Industrial. Un trabajo que es embajador de la ciudad. Creo que un Ayuntamiento que de verdad deseé velar por el interés de su ciudad – y no por otros intereses – debería de tener mayor cuidado con lo que es bueno para su ciudad y tener visión para apoyar trabajos que sirven para darla a conocer al mundo. Quizá no le faltan motivos al productor y realizador del trabajo, Jesús A. Calvo, cuando me dice que deberíamos haber escogido otro título para la película documental, puesto que quienes deberían de ser conscientes de que pasea el nombre de su ciudad por el mundo no saben darse cuenta de ello. Pero yo no me arrepiento de haber escogido ese título. Porque el documental habla de la historia del motociclismo en España con un hilo conductor llamado circuito urbano de La Bañeza, que es, por cierto, la ciudad en la que nací. Por gentileza de un espectador que filmó – con su teléfono móvil – la introducción a la presentación en Barcelona, puedo compartir un pequeño fragmento a continuación:

[youtube https://www.youtube.com/watch?v=krQUlN9Rq90]

Sesenta años después de la emocionante exhibición de los hermanos del Val, en un año en que La Bañeza no tuvo su carrera de motos en agosto – cuando aún el evento era un recién nacido -, La Bañeza está en riesgo de no tener su carrera de motos en agosto, cuando el evento ha crecido mucho más de lo que aquellos pioneros del Motoclub Bañezano hubieran soñado. Por el enorme cariño que le tengo a un evento tan especial, mi deseo es que quien tenga que recapacitar, recapacite a tiempo, porque hay decisiones que luego no tienen marcha atrás. Quienes hasta ahora han hecho alardes de no ser conscientes de lo que significan ciertos trabajos y esfuerzo, deberían reaccionar. Aunque en algunos aspectos ya no supieron estar a la altura, quizá aún haya margen para algún tipo de reacción. Y es que si te dan trabajos hechos, como cincelar año a año una carrera que atrae a miles de personas a tu ciudad o te hacen una película documental que la ensalza donde quiera que va, es muy sencillo ser un poco más hábil y saber colaborar con quien te pone tan en bandeja esa generosa labor. Por fortuna, la historia ha sido contada. Fue creada por apasionados de las motos y amantes de su ciudad. La historia está ahí, creada por los que la han hecho posible desde hace más de medio siglo. La historia está ahí, sí, también documentada, escrita y filmada.

Oscar Falagán