El Gran Premio de la Comunidad Valenciana pone el broche al Campeonato del Mundo. Tierra de campeones la valenciana, muchos de ellos han conocido también lo que se siente al ganar en La Bañeza. Medio siglo ha transcurrido desde que, por primera vez en la historia, un valenciano lograse subirse a lo más alto del podium en La Bañeza. Fue César Gracia en 1963. Había viajado a La Bañeza con una misión: la marca Lube quería desbancar a Bultaco para ganarse el presigio en la provincia leonesa. Lube y Gracia lo consiguieron, después de una inolvidable carrera. En las dos ediciones posteriores Bultaco volvió llevarse la victoria. Con la marca del pulgar hacia arriba, sería el alicantino Jose Medrano, en 1966, el siguiente levantino a quien llamó el destino para ponerse los laureles de vencedor en La Bañeza.
El motociclismo en los años 50 y los años 60 en España era apasionante. La bonita lucha entre los pilotos era un escaparate para las marcas. En La Bañeza, concretamente, dominó Montesa hasta 1960. Quizá por ello los distribuidores de Bultaco de la provincia tenían que contentarse con reflejar en la prensa los triunfos de sus motocicletas en otros circuitos urbanos. Hoy los valencianos tienen su flamante circuito en Cheste. Y celebran todo un Gran Premio del Campeonato del Mundo cada año. Pero sus circuitos urbanos fueron el amanecer de este sueño hecho realidad.
Las motos siguieron rugiendo en muchos circuitos de Valencia durante mucho tiempo. En algunos, como Xativa, aún lo hacen hoy en día. Allá por la mitad del siglo XX, sólo unos días después de la primera carrera en el circuito urbano de La Bañeza, tuvo lugar la primera carrera en el circuito urbano de Xativa. La de La Bañeza el 15 de agosto de 1952 y la de Xativa el 20 de agosto del mismo año. Coetáneos de año de nacimiento, cinco días más antiguo que el Trofeo de la Fira de Xàtiva se sitúa el primer Trofeo de las Fiestas Patronales bañezanas. Sin duda, las tierras valencianas son hermanas de sangre motociclista de las tierras bañezanas. La peregrinación de levantinos a La Bañeza cada agosto parece el Jubileo motorizado hacia el cruce de caminos bañezano. Valencianos y bañezanos pueden sentirse orgullosos de lo que han hecho por el motociclismo.