¡Felicidades por tus 65 años!

El Moto Club Bañezano, esa sucesión de personas, año tras año, a base del trabajo y tesón de los distintos componentes de su historia, ha ido forjando una tradición motociclista maravillosa, está de celebración. El día 16 de mayo ha cumplido 65 años. ¡FELICIDADES A TODOS AQUELLOS QUE LO HAN HECHO POSIBLE: A LOS QUE VIVEN, A LOS QUE AHÍ SIGUEN y A LOS QUE YA VEN LAS CARRERAS DEL GRAN PREMIO DE LA BAÑEZA DESDE UN PALCO EN EL CIELO!

Esos fueron los primeros socios del ya legendario Moto Club Bañezano. Vaya especialmente hacia ellos esta afectuosa felicitación. ¡MIL GRACIAS POR HACERLO!

Hace 65 años nacía el Moto Club Bañezano… y el recuento de ediciones de su «Gran Premio».

Las fiestas de agosto de La Bañeza se habían enamorado de las carreras de motocicletas en 1952 y 1953. Aquellos grandes aficionados a los vehículos motorizados sobre dos ruedas, que estaban a punto de formar el Moto Club Bañezano, habían lanzado ya un espectáculo, que seis décadas y media después es joya sagrada del motociclismo hispano. Así, en mayo de 1954 oficializaron la creación del club motociclista de su ciudad y ese mismo año anunciaron la tercera carrera consecutiva de las fiestas patronales del lugar.

En el programa de la competición, dos carreras:

CARRERA DE MOTOCICLETAS COMERCIALES: HASTA 125cc
(15 de Agosto, día de la Asunción)

PRUEBA DE REGULARIDAD: CILINDRADA LIBRE (16 de Agosto, día de San Roque)

El 15 de agosto de 1954, la primera de las carreras, se anunciaba así.

Así se fraguó lo que a la postre se ha considerado el «I Circuito Motorista Bañezano», así comenzó el recuento de ediciones de «El Gran Premio de La Bañeza». Y así se dirigía al público, en el programa de las carreras, el recién formado Moto Club Bañezano:

(…) Al tomar por primera vez contacto con el público bañezano, este MOTO CLUB quiere hacer llegar al ánimo de todos el interés que le anima en continuar organizando competiciones con toda la frecuencia que le sea posible y hasta donde sus medios alcancen. Por ello se hace necesario que todos los poseedores de un vehículo de dos ruedas con motor, vengan a nosotros y den su nombre a esta organización bañezana, no ya solamente por espíritu económico, sino también por espíritu de agrupación y compañerismo (…) La motocicleta ya no es un vehículo exclusivamente deportivo; las necesidades de la vida lo han convertido también en una máquina al servicio del hombre y de cuyas ventajas -rapidez, economía, etc- son los mejores propagandistas sus mismos poseedores. Pero precisamente por ese crecido número de ellas que diariamente ruedan por caminos, carreteras o pistas importantes, se hace necesaria la organización de estas competiciones, para en ellas calibrar la habilidad y segura competencia de los pilotos y el grado de resistencia y velocidad de las máquinas… y este es otro de los motivos que nos han impulsado a organizar estas carreras, de velocidad una y de regularidad otra, habiendo elegido para ello la fecha de nuestras fiestas patronales, porque hemos querido así colaborar en el mayor esplendor de los festejos que en estos días se celebran.

A veces, las historias son realmente bellas. 🙂

Oscar Falagán.

Éxito en el Madrid Motorbike Film Festival

La película documental EL GRAN PREMIO DE LA BAÑEZA ha sido premiada en el MADRID MOTORBIKE FILM FESTIVAL, festival internacional de cine con temática de motociclismo. Tras el preestreno en el Teatro Municipal de La Bañeza, el documental fue estrenado a nivel nacional en la sala CINETECA MADRID en el año 2013.

MOTORBIKE FILM FESTIVAL es el primer festival al que EL GRAN PREMIO DE LA BAÑEZA se ha presentado a concurso.

Anteriormente estuvo presente también, fuera de concurso, en el Festival de Cine Ciudad de Astorga, en el Festival Cinema sobre 2 Rodes de Barcelona y en otros eventos como el Gijón Moto Weekend.

El palmarés definitivo del MADRID MOTORBIKE FILM FESTIVAL ha quedado como sigue:

1º Bonny (Rusia)

EL GRAN PREMIO DE LA BAÑEZA (España)

3º India – Alicia Sornosa (España)

4º La Isla de Man (Inglaterra)

5º El Mago Mancini (Italia)

X – Mencion especial del jurado y de la organización para «Hear Me Out» (España).


Bajo estas líneas, os dejamos una entrevista del director de El Gran Premio de La Bañeza en Onda Cero La Bañeza:

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Las opiniones son libres, los hechos son sagrados

El circuito urbano de La Bañeza es una perla en el mundo del motociclismo y su Gran Premio un retal selecto del folclore hispano, una competición deportiva que es una auténtica superviviente entre las de su especie. Es un milagro fraguado con la colaboración maravillosa de muchos vecinos de la ciudad de La Bañeza y construido durante más de medio siglo de historia con el trabajo, el tesón y la fe de un club, el Motoclub Bañezano. “La historia está ahí” fue el título de la última publicación que realicé en este blog. Eso fue en abril, cuatro meses antes de las fechas de agosto en las que cada año – desde mediados del siglo pasado y de forma ininterrumpida desde 1990 – acostumbra a celebrarse el Gran Premio de Velocidad de La Bañeza. Hoy, cuando publico estas líneas, ha transcurrido un mes desde la fecha en la que este año 2016 hubo carrera de motos en las calles de La Bañeza.

Esa carrera de motos que vieron las calles de La Bañeza este año no fue organizada por el Motoclub Bañezano, alma mater del evento en las 56 ediciones celebradas desde su nacimiento como club en 1954. Nada menos que 56 ediciones del Gran Premio de La Bañeza. El consistorio local, principal patrocinador habitual de la prueba, se auto-otorgó la potestad de imponer unas condiciones que el motoclub local, altruista organizador de todas las ediciones del Gran Premio de La Bañeza, decidió rechazar tras exponer la cuestión a votación de sus socios, que así lo decidieron por mayoría. Esa circunstancia ha provocado multitud de comentarios en la opinión pública, no sólo a nivel local, sino también en los ámbitos del motociclismo nacional. Como desafortunadamente acontece a menudo, las opiniones se vierten por doquier sin que quien las hace tenga un conocimiento – no digo ya detallado, sino siquiera con un mínimo criterio contrastado – de los hechos.

Para informar de una serie de hechos acontecidos y exponer su posición, el Motoclub Bañezano convocó una rueda de prensa el pasado 15 de septiembre, indicando que con la premisa de no interferir en la organización y celebración del evento, la Junta Directiva del club optó por esperar a que el evento hubiese concluido para hacer dicha convocatoria y exponer la realidad de algunos hechos que la opinión pública desconoce. Como portavoces de la Junta Directiva asistieron a la rueda de prensa el presidente y el vicepresidente del club, quienes señalaron: “el veto de algunos medios de comunicación ha impedido en varias ocasiones que podamos responder a los ataques hechos contra nuestro club”. Está claro que los miembros de un club deportivo no tienen mucha capacidad para ser escuchados por los medios de comunicación, cosa que sí parece estarle permitido en este país a quienes ostentan posiciones de poder y que pueden incluso manipular los medios de comunicación a su favor. Junto a los mencionados portavoces del motoclub, en la rueda de prensa realizada en el salón de actos del TRYP Hotel León participó el presidente de la Federación de Castilla y León de Motociclismo, Francisco González.

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Durante su intervención, el presidente de la federación hizo hincapié en recordar la importancia de ser conscientes de la peligrosidad del evento, dejando claro que ha de estar organizado por quien verdaderamente sabe organizarlo. “Lo que deseo como presidente de la federación, como desearía cualquier presidente de federación y también lo que deseo yo a nivel personal es que esa carrera siga celebrándose”, ha expresado el presidente de la castellano y leonesa. El dirigente federativo expuso también cómo se desarrollaron los hechos en las semanas previas a las fechas en las que el Ayuntamiento había anunciado la celebración de la prueba. Dos meses antes de esas fechas, la corporación municipal informó a los medios de comunicación de que había llegado a un acuerdo con un ex-piloto valenciano, Miguel Ángel Trenzano, para que fuese responsable de la organización del evento.

[youtube https://www.youtube.com/watch?v=RHqUuvpBjRU&w=560&h=315]

El Vicepresidente del Motoclub Bañezano Amador Folgado enumeró en la rueda de prensa la cronología de discrepancias surgidas con la casa consistorial, con obstáculos que ya existían desde mucho antes que este año 2016. Folgado afirmó, entre otros aspectos, que el Motoclub Bañezano. “nunca va a anteponer el beneficio económico que pueda tener la ciudad de La Bañeza a la seguridad de la carrera”. Por su parte el presidente del club, José Luis Falagán, expresó sus puntos de vista subrayando, por ejemplo, que “las carreras y otros eventos que se organizan en la ciudad las tienen que organizar los clubes y las asociaciones de la ciudad que se dedican a eso.” Francisco González añadió más detalles derivados de la situación anómala acontecida este año.

Tras conocer la cronología de los hechos y analizar los pormenores de lo acontecido, muchos indicios invitan a creer que el Ayuntamiento ha querido tener máximo control sobre el evento o incluso erigirse en organizador encubierto del mismo. Evidentemente no le habrá faltado el apoyo de oportunistas de turno, cómplices y secuaces interesados. El presidente de la Federación de Castilla y León de Motoclismo argumentó que no quiere que pase como ha sucedido en otras carreras o eventos motociclistas “donde se meten los ayuntamientos y al final se cargan las carreras, porque el que lo tiene que organizar es el motoclub.” No obstante, cerró su intervención con una llamada al entendimiento entre las partes para proteger precisamente la carrera.

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Como decía el legendario periodista inglés Charles P. Scott, “las opiniones son libres, los hechos son sagrados”. Scott fue editor del periódico The Guardian curiosamente durante 57 años. Exactamente el número de ediciones que el Gran Premio de La Bañeza organizado por el motoclub de su ciudad aspiraba a cumplir este año. Sea como fuere, lo que acabó por suceder es que el Ayuntamiento de la ciudad se apropió de ese número 57 para anunciar el evento. ¿Tiene derecho a ello por ser quien lo ha patrocinado? Cuando los circuitos urbanos estaban desapareciendo de toda la geografía, los miembros del Motoclub Bañezano mantuvieron vivo el de su ciudad para que todos hoy en día podamos disfrutar de esta fiesta. Lo que un Ayuntamiento coherente y desinteresado ha de hacer es tender la mano a los clubes de su ciudad, y en este caso en concreto colaborar abiertamente con el club que ha trabajado, año tras año, para que un evento que nació como una carrera más – entre las muchas de ese tipo que había hace medio siglo -, se haya convertido en una joya universal y en el mayor foco de atracción turística de la comarca.

Otro periodista inglés, Frank Melling, acudió a descubrir el Gran Premio de La Bañeza y además lo vivió en su piel participando como piloto. Así titulaba en 1999 uno de sus emocionados artículos acerca de lo vivido: “La Bañeza, el hogar de la mejor carrera urbana del mundo”. El Motoclub Bañezano y La Bañeza habían superado muchos obstáculos en las décadas previas para que se llegara al fin de siglo con esta excepcional carrera en apogeo. Fue necesario trabajar mucho para llegar a ese punto. Quizá algunos no lo entiendan. Pero no hace falta ser excesivamente despierto para comprender ese irrefutable hecho. En uno de sus apasionantes artículos sobre la bañezana carrera, Melling comenta que cuando llegó al lugar el día previo al comienzo del Gran Premio, no podía imaginar donde se iba a celebrar la carrera. Entonces de repente aparecieron los voluntarios del Motoclub Bañezano delimitando la pista: “Cuando qui­se darme cuenta, el circuito había sido creado de la nada.” El trazado por el que tuvo que pilotar Melling en 1999 se parecía mucho ya a esa silueta que hoy se ha convertido en símbolo. El trazado actual del circuito urbano, esa silueta dibujada por calles de La Bañeza que hoy se ha convertido en icono (utilizado como imagen en distintos lugares y para variopintos fines) es obra y fruto de una evolución del trabajo de muchos años por parte del Motoclub Bañezano. Ese espectacular circuito urbano que cada año acoge a miles de espectadores es fruto de quienes supieron adaptar al paso del tiempo una competición motociclista entramada en calles de la ciudad.

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Hay directivos en activo en el Motoclub Bañezano, que llevan luchando por la supervivencia de la carrera de motos del circuito urbano de La Bañeza desde la década de los 80.  A pesar del ultraje que se les ha hecho este año, mantienen la dignidad y siguen adelante organizando eventos tan loables como el reciente homenaje al gran periodista del motor Javier Herrero en su ciudad natal Saldaña. Como aficionado del maravilloso deporte de la motocicleta, siento orgullo por este club del que soy socio desde hace varias décadas. Mucho más orgullo aún viendo el respetuoso comportamiento que han tenido, cuanto más se les ha atacado gratuitamente, sin que apenas se les haya escuchado.

La bañezana carrera, hecha tradición, supone en las fechas en que se celebra un importante impulso económico para la zona. Lógicamente, ese impulso no existiría si el Motoclub Bañezano no la hubiera hecho realidad, década tras década. Un esfuerzo apoyado, por supuesto, por el espléndido apoyo humano de esos colaboradores anónimos, que son cientos, esos vecinos que ceden los garajes de sus casas, esos voluntarios que han acudido desde siempre a trabajar como ‘banderas’, a descargar camiones de balas paja (neumáticos antaño) para montar el circuito y mil y un valiosos detalles más. Todos han colaborado para que el evento haya llegado hasta donde ha llegado. Esa ha sido siempre la esencia del circuito urbano de La Bañeza.

Entorno a la fiesta del motociclismo que representa el Gran Premio de La Bañeza hay quien, sin haber aportado nunca una miga de pan al banquete del que ahora reclama su parte, ha exigido explicaciones. Hay incluso quien, sin ser siquiera socio del Motoclub Bañezano, le pide cuentas. El contrasentido ha sido y es tal que incluso algún piloto se permite inmiscuirse verbalmente en asuntos del club del que no es socio, o incluso atacar con mezquindad al club y a personas del club que tanto ayudaron a él como a tantos y tantos pilotos. Quien así se comporta no es consciente de que jamás hubiera participado siquiera en La Bañeza de no exisitir el Motoclub Bañezano. Porque jamás se hubiera alcanzado la 56ª edición, ni a la 40ª, ni a la 30ª del Gran Premio de La Bañeza, del que ahora – quizá por alguna inspiración suya divina – se cree con derechos. Por una razón tan obvia que ser ignorante a ella roza el absurdo. Porque el Gran Premio de La Bañeza lo ha hecho existir y persistir el Motoclub Bañezano.

Las carreras del circuito urbano de La Bañeza se han convertido, no sólo en el emblema inseparable de las fiestas patronales de la ciudad, sino un acontecimiento con ecos a nivel internacional. Uno de los últimos reductos de una forma mágica y única de entender el motociclismo. Conviene que quien tome decisiones para la realidad de su presente y futuro inmediato, sepa estar a la altura de esa dimensión.

Imágenes de la rueda de prensa filmadas Imagen Prisma.

La historia está ahí

Este año se cumplen sesenta años de uno de los acontecimientos más simbólicos que han perdurado en la memoria colectiva reciente de la ciudad de La Bañeza. En octubre de 1956 dos famosos corredores motoristas de aquella época, los hermanos Demetrio y Carlos del Val, realizaron una exhibición en sidecar que dejó boquiabiertos a los lugareños. A raíz de aquel recuerdo, el boca a oreja de padres a hijos y de abuelos a nietos y biznietos formó la leyenda de que fue aquel acontecimiento el que hizo brotar la afición a las carreras de motos en el circuito urbano bañezano. La leyenda en cuestión contaba algo así como que los Del Val tuvieron una avería cuando iban de Madrid a Galicia a competir en una carrera en La Coruña. Y que la avería fue reparada al hacer una pausa en el camino en La Bañeza. Y que en agradecimiento al buen trato recibido por las gentes de la pequeña localidad leonesa, hicieron la famosa exhibición jamás olvidada por el pueblo, la cual fue vivida con asombro y pasión. Y que a partir de entonces los bañezanos quisieron que cada año hubiera pasión motociclista en las calles de su ciudad. De cierto en esa leyenda hay, con certeza, varios aspectos: que los del Val pasaron por La Bañeza porque acudían a competir a una carrera en Galicia -aunque en Lugo y no en La Coruña-, que recibieron un trato excelente de los bañezanos, que hicieron efectivamente una exhibición,  que dicha exhibición fue vivida con entusiasmo y que a partir del año siguiente el Motoclub Bañezano se encargó con tenacidad e ilusión de que las carreras de motos fueran ingrediente insustituible en las fiestas de agosto de su ciudad.

Los hermanos del Val empleándose a fondo para deleitar a los bañezanos en octubre de 1956.

Los hermanos del Val empleándose a fondo para deleitar a los bañezanos en octubre de 1956 (página 53 del libro «Ecos de una pasión»)

Cuando realicé la investigación para publicar el libro «Ecos de una Pasión: de cómo el circuito motorista bañezano llegó a cumplir 50 años» y trabajar en la película documental «El Gran Premio de La Bañeza» descubrí, entre tantos y tantos detalles, los verdaderos entresijos de aquella curiosa anécdota acontecida en el otoño de hace seis décadas y los relaté, como otros muchos, es las páginas del libro. Pude cerciorarme de la evidencia de que no fue por aquel suceso que en La Bañeza nacieron las carreras motociclistas, dado que esto sucedió en 1956 y el primer ‘Circuito Motorista Bañezano’ había tenido lugar ya cuatro años antes. En 1952, 1953 y 1954 había habido ya olor a gasolina y aceite de ricino quemado en las calles durante las fiestas patronales de La Bañeza. En 1955 y 1956 se produjo un parón. No rugieron las motos en agosto en esos dos años. Quizá la exhibición de los Del Val en octubre de 1956 hizo recapacitar a los bañezanos para que en agosto de 1957 regresaran a sus calles las carreras.

Cartel anunciador de la segunda carrera de motos de La Bañeza desde la formación oficial del Motoclub Bañezano, la cuarta carrera en total, ya que hubo dos anteriores a dicha formación oficial.

Cartel anunciador de la segunda carrera de motos de La Bañeza desde la formación oficial del Motoclub Bañezano, la cuarta carrera en total, ya que hubo dos anteriores a dicha formación oficial.

Evidentemente, no ha sido tarea fácil para un pequeño municipio hacer perdurar un espectáculo como una carrera de motos en un circuito montado en sus calles. La segunda mitad de la década de los sesenta (aquella en la que un tal Ángel Nieto ganó en La Bañeza  y al año siguiente se proclamó Campeón del Mundo por vez primera) fue complicada. Las carreras faltaron a su cita en 1965, 1967 y 1969. El evento motociclista bañezano, que era entonces ya muy querido por los pilotos de toda la geografía nacional, luchaba por establecerse como una cita sagrada en el calendario motociclista hispano. A fuerza de tesón e ilusión, fueron superados los obstáculos para que las motos y sus pilotos pudieran seguir dando espectáculo.  El pueblo bañezano no entendía sus fiestas patronales sin carreras de motos. Aquellos apasionados de las motocicletas que en 1954 habían formado oficialmente el Motoclub Bañezano trabajaron firmemente, año tras año, a cambio del sueño maravilloso de que en su pequeña localidad persistiese con intensidad el fuego de la velocidad motociclista. Y el sueño se hizo realidad. Nuevas generaciones fueron tomando el relevo en el equipo de trabajo voluntario del Motoclub Bañezano. Y el relevo llegó siempre con más y más fuerza. Aparte de la velocidad, los voluntarios del club forjaron en las afueras de la ciudad una una las mejores pistas de motocross de España. ¿Podría alguien imaginar, cuando los del Val derrapaban junto a los bordillos de La Bañeza, que un día iban a derrapar los pilotos del Campeonato del Mundo en el bañezano barro del Circuito de La Salgada? Las manos del Motoclub Bañezano lo lograron. Así fue. En el año 2010 y en el año 2011 La Bañeza albergó el Campeonato del Mundo de Motocross. Eso es amor por el motociclismo. Fue un gusto para mí, colaborar voluntariamente con la promotora del mundial y redactar el texto del spot de presentación del GP de motocross, el cual mostró La Bañeza en todo el mundo. En el spot, por supuesto, había de mencionarse el circuito urbano de velocidad:

[vimeo 18010614 w=640 h=480]

La Bañeza’s promotional spot from Óscar Falagán Quintanilla on Vimeo.

¿Puede ser que como nunca se llegó a realizar el circuito permanente de velocidad, los miembros del motoclub sacaron pico y pala para construir ellos mismos su circuito permanente, aunque fuese en la modalidad de motocross? Puede ser o puede no ser. Pero lo que sí es seguro es que logros así han sido posibles porque las motos eran y son su devoción. Podemos bromear diciendo que los voluntarios del Motoclub Bañezano espetaban al viento algo así como «¿No habrá un Gran Premio de Campeonato del Mundo de Velocidad en La Bañeza? Nosotros lo crearemos de motocross.» Y crearon su GP de motocross. Y en realidad crearon su GP de asfalto también, porque la carrera de velocidad en su circuito urbano es todo un GP. Titulé la película documental «El Gran Premio de La Bañeza», porque así sentí que se debía titular. Era también un modo de crear marca. Un modo de ser conscientes de la trascendencia que el evento había adquirido con los años y que debía de ser cuidado para salvaguardarlo. Porque las carreras de velocidad de La Bañeza son genuinas, tienen marca, tienen esencia, singularidad y autenticidad.

Grau, 16 veces Campeón de España, en 1974 ganó en 125cc el GP de La Bañeza y el GP de España del Campeonato del Mundo. Su entrevista fue un lujo, así como su presencia en el coloquio de Barcelona.

Fotografía tomada durante el rodaje del documental, mientras se filma la entrevista a Benjamín Grau, 16 veces Campeón de España, En 1974 Grau ganó en 125cc el GP de La Bañeza y el GP de España del Campeonato del Mundo. Su entrevista fue un lujo, así como su presencia en el coloquio de la presentación del documental en Barcelona. Jesús A. Calvo (Imagen Industrial) filma excelentemente, regalándome el placer de entrevistar al ilustre piloto y maravillosa persona. El mismo placer que tuve al estar sentado junto a él durante el coloquio tras la presentación en la ciudad condal.

El Motoclub Bañezano hizo posible que el circuito de velocidad urbano resistiese en el tiempo como un espectáculo único, mientras la mayoría de circuitos urbanos de España iban desapareciendo uno a uno. Sólo en 1989 las carreras de motos volvieron a caerse del cartel de las fiestas patronales. El Ayuntamiento de entonces no arregló el firme del circuito, como solicitaba el Motoclub Bañezano para cuidar la seguridad de público y pilotos. Las motos cada vez eran más rápidas, los circuitos urbanos eran una especie en extinción y velar por la seguridad del evento era, indudablemente, como sigue siendo hoy en día, prioridad absoluta. Aquella fiesta fue descafeinada. Hubo pregón, verbenas y barracas, pero no fue fiesta. O al menos no fue como a La Bañeza le gusta que sea su fiesta. Se produjeron grandes protestas e incluso algunos manifestantes cortaron la carretera Nacional VI Madrid-Coruña, esa por la que llegaban cada año los pilotos desde tantos lugares, como llegaron los del Val en 1956. La siguiente secuencia extraída del documental narra, a través de algunos de sus protagonistas, el ‘carrerón’ de 125cc de 1963, en que algunos pilotos habían corrido el día anterior en prueba internacional en La Coruña:

[vimeo 139222394 w=640 h=360]

Secuencia de la película EL GRAN PREMIO DE LA BAÑEZA: 1963 from Óscar Falagán Quintanilla on Vimeo.

Este año 2016 el Ayuntamiento ha decidido imponer las fechas en que quiere que se celebre la carrera, sin tener en consideración la opinión del Motoclub Bañezano, que ha ofrecido dos fechas alternativas para ello. La contribución de los bañezanos es esencial para el desarrollo del evento. Es su aportación, a través de las arcas del consistorio la que lo ha sufragado históricamente. Resulta incomprensible que el Ayuntamiento no quiera tender su mano al club que ha hecho, década tras década, que un espectáculo que comenzó siendo comarcal y provincial, se haya convertido en un acontecimiento de interés internacional. Desgraciadamente, sucede en ocasiones que quienes han de ser los más indicados en ser conscientes de la dimensión que un evento tiene y de cuanto cuidado merece, son quienes menos lo son.

El periodista norirlandés Stephen Davison, titula «LA ROAD RACE MÁS LOCA DEL MUNDO» su estupendo reportaje para Motorcycle News sobre el Gran Premio de La Bañeza (ver más pinchando aquí).»

El aprecio que en toda España se tiene a la carrera de motos del circuito urbano bañezano  es inmenso. La película documental El Gran Premio de La Bañeza ha recibido ovaciones allá donde ha sido exhibida. La última de ellas en Barcelona, con un público entregado y un apasionante coloquio tras la proyección. Jamás el Ayuntamiento de La Bañeza se ha interesado por apoyar la promoción de esta película, realizada con gran esfuerzo e inversión por la productora leonesa Imagen Industrial. Un trabajo que es embajador de la ciudad. Creo que un Ayuntamiento que de verdad deseé velar por el interés de su ciudad – y no por otros intereses – debería de tener mayor cuidado con lo que es bueno para su ciudad y tener visión para apoyar trabajos que sirven para darla a conocer al mundo. Quizá no le faltan motivos al productor y realizador del trabajo, Jesús A. Calvo, cuando me dice que deberíamos haber escogido otro título para la película documental, puesto que quienes deberían de ser conscientes de que pasea el nombre de su ciudad por el mundo no saben darse cuenta de ello. Pero yo no me arrepiento de haber escogido ese título. Porque el documental habla de la historia del motociclismo en España con un hilo conductor llamado circuito urbano de La Bañeza, que es, por cierto, la ciudad en la que nací. Por gentileza de un espectador que filmó – con su teléfono móvil – la introducción a la presentación en Barcelona, puedo compartir un pequeño fragmento a continuación:

[youtube https://www.youtube.com/watch?v=krQUlN9Rq90]

Sesenta años después de la emocionante exhibición de los hermanos del Val, en un año en que La Bañeza no tuvo su carrera de motos en agosto – cuando aún el evento era un recién nacido -, La Bañeza está en riesgo de no tener su carrera de motos en agosto, cuando el evento ha crecido mucho más de lo que aquellos pioneros del Motoclub Bañezano hubieran soñado. Por el enorme cariño que le tengo a un evento tan especial, mi deseo es que quien tenga que recapacitar, recapacite a tiempo, porque hay decisiones que luego no tienen marcha atrás. Quienes hasta ahora han hecho alardes de no ser conscientes de lo que significan ciertos trabajos y esfuerzo, deberían reaccionar. Aunque en algunos aspectos ya no supieron estar a la altura, quizá aún haya margen para algún tipo de reacción. Y es que si te dan trabajos hechos, como cincelar año a año una carrera que atrae a miles de personas a tu ciudad o te hacen una película documental que la ensalza donde quiera que va, es muy sencillo ser un poco más hábil y saber colaborar con quien te pone tan en bandeja esa generosa labor. Por fortuna, la historia ha sido contada. Fue creada por apasionados de las motos y amantes de su ciudad. La historia está ahí, creada por los que la han hecho posible desde hace más de medio siglo. La historia está ahí, sí, también documentada, escrita y filmada.

Oscar Falagán

De las motos, hoy se discute como del fútbol

Ojalá no fuese por un incidente tan desagradable como el que aconteció en el Gran Premio de Malasia. Pero lo cierto es que hoy (26 de octubre de 2015) en los bares de España y en los periódicos deportivos del país se habla tanto o más de motos como de fútbol. El campeonísimo Ángel Nieto, vencedor en 125cc en La Bañeza en 1968, hace un maravilloso testimonio para la película documental EL GRAN PREMIO DE LA BAÑEZA, en el que, entre otros aspectos, resalta la notoriedad que el deporte de la moto ha conseguido obtener dentro del mundo del deporte en España.

[youtube http://www.youtube.com/watch?v=nNQFG0va_oM]

Sin duda, figuras como el propio Nieto, Ricardo Tormo, Santiago Herrero, Ramón Torrás, Sito Pons, Joan Garriga… ayudaron a levantar las pasiones de un deporte que hoy en día siguen atizando figuras como Márquez, Pedrosa, Lorenzo y un sinfín. Manuel «Champi» Herreros fue uno de los pilotos que en, quizá, la primera década dorada del motociclismo español, la de los años 80 del siglo pasado, obtuvo un título mundial. Champi ganó en La Bañeza en 1984 y cinco años después ganó el Mundial de 80cc. En una secuencia de EL GP DE LA BAÑEZA introduce el tema de aquellos pilotos de los años 60 y de los años 70, que lanzaron el motociclismo como deporte.

[youtube http://www.youtube.com/watch?v=hw_Sgfe9qeQ]

El Mundial de motociclismo de velocidad, en lo que categoría que en nuestro días se conoce como MOTOGP, se decidirá este año en Valencia, en un circuito que lleva el nombre honorífico de Ricardo Tormo, pilotazo de bandera que supo ganar un Mundial con una Bultaco en 1978. Las Bultaco siguen rugiendo hoy en día en La Bañeza.

La portada del Marca hoy, 26 de octubre de 2015.

La portada del Marca hoy, 26 de octubre de 2015.

Como dice, Ángel Nieto en la película EL GP DE LA BAÑEZA: «Afortunadamente, hoy de las motos se discute como del fútbol». Aunque quizá en el día concreto de hoy cabría matizar: «Desafortunadamente, hoy de las motos se discute como del fútbol».

Un pellizco de «historia viva»

Se escriben estas líneas justo un mes después del día que el santoral reserva para San Roque, o lo que es lo mismo, el patrón de La Bañeza junto a la Asunción. La excusa perfecta que los bañezanos de mitad de siglo XX encontraron para montar una carrera de motos por las calles de su ciudad. La fecha de permisividad festiva en aquellos tiempos, que eran tiempos de escasas permisividades.

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Durante un buen puñado de años el 16 de agosto, San Roque, en La Bañeza era el día de «las corridas de amotos» (como muchos comarcanos las conocían), el día del sonido celestial de las motocicletas.

Fue un 15 de agosto – día de la Asunción – de 1952, cuando, por primera vez, estruendosas cabalgaduras motorizadas y sus pilotos lucharon por la victoria en el circuito bañezano. Impregnaron el aire de La Bañeza de aroma de aceite de ricino, pues de ricino era el aceite que quemaban. Sus efluvios debieron de llegar también a toda la comarca y provocar una especie de hipnosis colectiva en ella, porque a partir de entonces, cada año, una ingente cantidad de comarcanos acudía para dejarse aromatizar por la fragancia motociclista. Y para dejarse arrullar por el ensordecedor sonido que emitían los «tubarros» de aquellas «endiabladas» monturas de dos ruedas. Prueba de ello, 365 días después las aceras del mismo circuito, improvisado en algunas de las pocas calles asfaltadas del lugar, se llenaron de público para volver a presenciar una escena similar, una carrera de motocicletas.

Los tiempos han cambiado, pero la esencia es la misma...

Los tiempos de la telemetría en las carreras de motos aún quedaban muy lejos cuando se conformaba la parrilla de salida bañezana del 15 de agosto de 1953, aunque, en buena medida,  la esencia es la misma… Bueno, hay alguna salvedad: la boina leonesa no está homologada, hoy en día, para competir. Es imprescindible el uso de casco…

Fundado oficialmente el Moto Club Bañezano en 1954, aquellas carreras de motocicletas comenzaron a ganarse, edición tras edición, un cariño y un respeto especial por parte de los pilotos. En las primeras ediciones, eran pilotos de la localidades cercanas los que conducían hasta La Bañeza con sus Montesas fabricadas en Barcelona, sus Lubes, ingeniadas en Baracaldo, sus MVs moldeadas en Gijón… Al llegar a La Bañeza les quitaban la matrícula y ¡a correr! Los distribuidores de las fábricas de motos en la provincia sabían que La Bañeza era un escaparate fundamental para el incremento de sus ventas. El Circuito Motorista Bañezano era el marketing más directo posible, una conexión clave entre producto y público.

Ambabilio García 1858

También por la línea ferroviaria de la Via de la Plata, hoy fuera de uso, llegaban pilotos. El ferrocarril era el modo de transportarse a ellos y a sus motos: zamoranos, salmantinos, cacereños… Desde Madrid también empezaron a llegar corredores para participar en el contexto motociclista leonés por excelencia. Y cierto es que en Madrid se concentraban algunos de los mejores de España: los hermanos Cauca, los hermanos del Val, De la Torre… Todos ellos se batieron en armas sobre los adoquines del circuito de La Bañeza. J. R López De La Torre – piloto que consiguió resultados excepcionales a nivel nacional, tanto en velocidad como en pruebas de resistencia y motocross, – fue el más listo en La Bañeza en el confín entre décadas de los 50 y 60. Mandaba su Montesa el día antes en tren en un vagón de mercancías y el distribuidor de la zona se encargaba de tenérsela a punto para cuando él llegaba a correr el día siguiente. Se alzó con la victoria en 1959 y en 1960. Ambos, distribuidor y piloto, ganaban. El deportista los honores, el prestigio y los premios pertinentes; el distribuidor un empujón a las ventas en su negocio y una estupenda experiencia de mecánico de competición.

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Secuencia de la película EL GRAN PREMIO DE LA BAÑEZA: años 50 from Óscar Falagán Quintanilla on Vimeo.

La fama del evento fue creciendo y, paulatinamente, empezaron a llegar pilotos y mecánicos de más provincias, de más regiones, de otros rincones de la geografía española. Algo tenía de especial aquella población del suroeste de la provincia de León. Algo, quizá la hospitalidad, quizá el ingenio, quizá la espontaneidad, quizá la generosidad, quizá el sentido del humor…Fuese cual fuese aquel algo, no tardaron mucho en darse cita en La Bañeza los mejores pilotos del panorama nacional.

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La bañeza tenía y tiene un algo… from Óscar Falagán Quintanilla on Vimeo.

Desde muchas tierras siguen viniendo hoy, no sólo pilotos, también miles de espectadores, que viven una experiencia inolvidable cada año. Llegan a La Bañeza desde muchos puntos. Desde allá donde el mar acaricia las costas levantinas y desde muchosotros lugares más. Hasta donde, por el Noroeste, empieza o termina – según como se mire – la meseta central. Para quienes llegan de Asturias, Cantabria, País Vasco  o Galicia, ahí empieza la meseta, al descender de las cumbres de la Cordillera Cantábrica. Para quienes llegan de latitudes más meridionales, ahí termina, tras kilómetros de tierras de campos y probablemente varias cadenas montañosas dejadas atrás, según cada cual. Hoy las autopistas y los vehículos modernos lo vuelven todo más fácil y práctico. Antaño, los motociclistas eran verdaderos aventureros. De alguna manera, los motociclistas que hoy en día se llegan a correr a La Bañeza, mantienen un algo de aquellos aventureros de hace 40, 50 o 60 años. Allá está La Bañeza. Allá, en la confluencia de tres ríos: el Duerna, el Tuerto y el Órbigo y rodeada de álamos, viñas, campos agrícolas y encinares. «El Gran Premio de La Bañeza» en el siglo XXI se desarrolla durante todo un fin de semana y nó en un sólo día, como sucediá hasta la llegada de las décadas de los años 80 del siglo pasado. En ocasiones es en el fin de semana que precede a la Patrona de la Asunción y San Roque, en ocasiones en el posterior a esas fechas del santoral. Lo mágico es que que aquellas carreras en circuito urbano de hace varias décadas no son historia, sino «historia viva».

Nos ha dejado un artista…

Se ha ido un artista…

La Bañeza tuvo la suerte de verlo pilotar en 1981 cuando tenía apenas 18 años y le rindió homenaje tres décadas después, en 2010.

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El equipo de rodaje de la película documental EL GRAN PREMIO DE LA BAÑEZA tuvo el maravilloso honor de entrevistar a Joan Garriga en una parrilla de salida de un circuito urbano, el de La bañeza, en 2010. J.Javeier Morla, directivo del Moto Club bañezano y motero que ha recorrido medio mundo sobre su cabalgadura, inmortalizó este momento.

El equipo de rodaje de la película documental EL GRAN PREMIO DE LA BAÑEZA tuvo el maravilloso honor de entrevistar a Joan Garriga en una parrilla de salida de un circuito urbano, el de La bañeza, en 2010. J.Javier Morla, directivo del Moto Club bañezano y motero que ha recorrido medio mundo sobre su cabalgadura, inmortalizó este momento.

Las cámaras de imagen Industrial tuvieron un regalo inolvidable al poder retratar este momento históprico. Garriga mostrando todas sus artes en Las Bañeza, 30 años después de su anterior participación en la clásica leonesa.

Las cámaras de Imagen Industrial tuvieron un regalo inolvidable al poder retratar este momento histórico. Garriga mostrando todas sus artes en Las Bañeza, 30 años después de su anterior participación en la clásica leonesa.

Desde que en 1952 comenzarán a celebrarse carreras de motocicletas por las calles de La Bañeza, solamente en el despertar de la década de los años 80 el singular circuito urbano escogió llegar a la recta de meta ascendiendo por una pendiente del 12% de desnivel -lo que los lugareños conocen como la cuesta del túnel-, culminando en un espectacular cambio de rasante, que provocaba que los más osados pilotos hicieran volar sus máquinas como si de un tramo de «motocross sobre asfalto» se tratase.

Un joven Garriga corriendo en La Bañeza en la época en que las bañezanas carreras eran parte del calendario de campeonatos nacionales.

Inscripción de un joven Garriga corriendo en La Bañeza en la época en que las bañezanas carreras eran parte del calendario de campeonatos nacionales.

En agosto de 1981, la dos y medio del fenómeno Joan Garriga volaba como la que más. Su máquina no pudo con tanta exigencia de un piloto valiente como el que más. Cuando su montura dijo «hasta aquí he llegado», lo hizo en una zona del circuito que pasaba junto al lugar en que estaba ubicado un circo, por aquello de que La Bañeza en fiestas tenía algún circo montado en algún «prao» adyacente a su gran circo, el de las motos. Probablemente, nunca más la moto se le paró junto a una jaula de leones. Aunque ante la sorpresa inicial se asustó, él, Joan, el pilotazo, él podría haberlos domado a todos. Igual que domaba los circuitos de todo el mundo. En el Gran Premio de Argentina de 1987 -seis años después de aquella avería en el bañezano national circus- , hubo protestas ante los supuestos inconvenientes que presentaba para algunos pilotos el trazado de Buenos Aires. Joan Garriga, el gran Joan Garriga, hacía unas llamativas declaraciones para Diario AS.

Garriga para AS en Buenos Aires

Joan Garriga para Diario AS desde Buenos Aires, en 1987.

Página completa del Diario AS, del 3 de octubre de 1987, con las declaraciones de Joan Garriga desde Buenos Aires.

Página completa del Diario AS, del 3 de octubre de 1987, con las declaraciones de Joan Garriga desde Buenos Aires.

Hoy aquella pendiente ascendente, llamada la «Cuesta del túnel», no es tramo de pista como en 1981, sino que se ha convertido en grada para el público, pues la pista oficialmente transcurre justo por «la calle de abajo, a pie de cuesta».

Así luce hoy en día aquel legendario tramo de pista bañezano. Un veterano comisario de ruta, esos "banderas" incombustibles que ayudan a que todo salga perfectamente en carrera, fotografió el escenario durante la carrera de 2015.

Así luce hoy en día aquel legendario tramo de pista bañezano. Un veterano comisario de ruta, esos «banderas» incombustibles que ayudan a que todo salga perfectamente en carrera, fotografió el escenario en los instantes previos a una de las carreras de 2015.

La cuesta, entre carrera y carrera, igual de abarrotada o más que hoy en día. El pie de foto de Javier Herrero en esta foto de su gran artículo para motociclismo es bien expresivo.

La cuesta del túnel en 1981, entre carrera y carrera, igual de abarrotada o más que hoy en día. El pie de foto de Javier Herrero en esta foto de su gran artículo para motociclismo es bien expresivo.

La Bañeza es historia grande del motociclismo. El documental EL GRAN PREMIO DE LA BAÑEZA es historia grande del motociclismo, porque entre sus testimonios cuenta con las palabras de pilotazos como Joan Garriga, entre otros. Campeones y subcampeones del mundo, como Garriga, y tetracampeones como Jorge Martínez «Aspar» cuentan ante las cámaras de la película documental sus andanzas en La Bañeza y en otros lugares de la geografía hispana, europea y mundial. En 1981 «Aspar» viajó con su hermano mayor desde Valencia con un Renault-5 y un carro para transportar una moto que le dejó el campeonísimo Ricardo Tormo. Esa máquina resistió todos los embistes del circuito bañezano, aún brincando en cada paso por el cambio de rasante de la «famosa cuesta del túnel. La carrera de 125GP fue para él. Tres años después se proclamó Campeón del Mundo por primera vez.

Con una máquina cedida por Ricardo Tormo, "Aspar" ganó en La Bañeza en 1981. Esta fotografía realizada por el ilustre periodista Javier Herrero capta un instante en que la moto se prepara para saltar en una de las vueltas de la carrera de 125 Super.

Con una máquina cedida por Ricardo Tormo, «Aspar» ganó en La Bañeza en 1981. Esta fotografía, realizada por el ilustre periodista Javier Herrero, capta un instante en que la moto se prepara para saltar en una de las vueltas de la carrera de 125 Super. Esta foto y su correspondiente pie de foto han sido extraídos de la publicación que en su día apareció en la revista Motociclismo.

Y es que eso es lo que también es Joan Garriga, historia grande del motociclismo. Pilotos como él forman parte de un periodo de transición en el motocilismo español. El documental EL GRAN PREMIO DE LA BAÑEZA cuenta como en los años 80 los circuitos urbanos fueron desapareciendo de la geografía española. No todos…

Garriga, un fenómeno de la moto, junto a su rival deportivo Sito Pons

Joan Garriga, un fenómeno de la moto, en un podium mundialista junto a su rival deportivo Sito Pons. En la década de 1980 los podium del mundo empezaban a familiarizarse, más y más, con la presencia de españoles en ellos.

Hasta 1988, cuando Joan Garriga fue subcampeón a lomos de su Yamaha el Campeonato del Mundo de 250cc, en el que Sito Pons se impuso con el equipo Campsa-Honda , los pilotos españoles habían logrado títulos en 50cc, 80cc y 125cc, pero nunca en la categoría del cuarto de litro u otra cilindrada más grande. Con los Garriga, Pons, Cardús (Carlos Cardús fue subcampeón en 1990) y otros muchos llegó la revolución.

Joan Garriga deleitando al público bañezano en la subida de recta a meta.

Joan Garriga deleitando al público bañezano en la subida de recta a meta. En 2010 (y desde 1996) a la recta de meta se accede por el lado opuesto a la década de los 80. A falta de saltos en el cambio de rasante de la «Cuesta del túnel», Garriga se dedicaba a regalar caballitos al respetable.

Las carreras de bicilíndricas - en 2010 y 2011- fueron todo un espectáculo en La Bañeza, especialmente al ofrecer el lujo de ver correr a super pilotos como Joan Garriga, quien en la imagen se prepara para tumbarse al doblar la esquina que encamina hacia la actual recta de meta.

Las carreras de bicilíndricas – en 2010 y 2011- fueron todo un espectáculo en La Bañeza, especialmente al ofrecer el lujo de ver correr a super pilotos como Joan Garriga, quien en la imagen se prepara para tumbarse al doblar la esquina que encamina hacia la actual recta de meta.

Joan Garriga, descansa en paz.

Pasión, pura pasión

Queridos amantes de la fiesta de motos de La Bañeza, queridos lectores de esta web destinada al fascinante espectáculo del circuito urbano bañezano. Faltan ya escasas horas para la celebración del evento cultural y deportivo más emocionante que he conocido jamás y que he tenido la suerte de vivir de cerca, muy de cerca, desde que vine al mundo.

Para quien no sepa quien escribe estas líneas, cosa lógica por otro lado pues nunca quien las escribe se ha presentado, diré que me llamo Oscar Falagán y que nací en La Bañeza en una calle localizada dentro del perímetro que trazaba el circuito urbano entre los años 1952 y 1980. Curiosamente, el año en que nací las carreras de motos en ese circuito fueron puntuables, por primera vez en su historia, para campeonato nacional oficial. Lo que nació en su día como Circuito Motorista Bañezano, celebraba entonces sus bodas de plata de antiguedad.

Foto del año en que nací: el vencedor de 125GP en aquella edición sobre los adoquines de la pista

Foto del año en que nací: el vencedor de 125GP en aquella edición, tumbando sobre los adoquines de la pista bañezana.

En los años 80 aquel gran evento era conocido como «Premio de Velocidad Ciudad de La Bañeza». Y cuando, gracias a la sensacional labor técnica de  la productora leonesa Imagen Industrial y junto con el gran profesional Jesús A. Calvo, logré hacer realidad el sueño de realizar una película documental acerca la historia de las carreras de motos en mi ciudad, decidí que esa película sólo se podía titular «El Gran Premio de La Bañeza». Porque ese es el sello que creo que ha de tener la carrera de motos del circuito urbano de La Bañeza. Sea simbólico el sello, sea romántico o sea simplemente un guiño de respeto a su historia o una reverencia a su belleza sensorial, lo que cada año se celebra en La Bañeza cuando el calendario se aproxima a la Asunción, es para mí – y para los que lo amamos -, eso: «El Gran Premio de La Bañeza

Ricardo Quintanilla, ilustre piloto de Bultaco: fotografía tomada durante la realización de su entrevista para "El Gran Premio de La Bañeza." (foto R.calvo)

Ricardo Quintanilla, ilustre piloto de Bultaco: fotografía tomada durante la realización de su entrevista para «El Gran Premio de La Bañeza.» (foto R.Calvo)

Como verdadero bañezano que soy, amo las carreras de motos desde lo más profundo de mi alma. Para mí son un bautismo, una resurrrección, una indescriptible pasión. Para mí, como para miles de aficionados. Por ello, el libro que realicé, investigando las raíces y anécdotas infinitas del circuito urbano de La Bañeza, impulsada su edición con motivo de la llegada de las bodas de oro del evento, llevó en su título la palabra pasión. Porque eso son las motos en La Bañeza: pura pasión.

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Este año, muchos de vosotros, al igual que yo, vibraremos de nuevo y nos emocionaremos. Sé por experiencia que, al oír rugir las máquinas, rebotando los ecos de sus motores sobre los muros y paredes de esa ciudad en que nací, se me escapará más de una lágrima de emoción, no lo podré evitar. Diré a quien esté a mi lado sobre el bordillo, a pie de pista, que ha sido el polvillo de las balas de paja que se me ha metido en el ojo. Pero no lo engañaré, porque probablemente sabrá que en La Bañeza estamos bien acostumbrados a que durante un fin de semana de agosto, se muestre a los ojos ese escenario de toneladas de paja sobre las aceras. Los responsables de tal modificación del paisaje del lugar son un puñado de maravillosos voluntarios que cada año, en la noche previa a que las motos salgan a rodar por las bañezanas calles, se aseguran de descargar varios trailers cargados de pacas, con el fin de proteger cada salida de curva y cada esquina. Y lo hacen con enorme entrega. Por ello, los primeros fotogramas de la película documental «El Gran Premio de La Bañeza» son para retratar esas manos anónimas de voluntarios espléndidos.

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Me pregunto si los representantes que se encuentran gobernando en el Ayuntamiento de la ciudad en que nací serán conscientes de la envergadura real que el sello, la marca, la clase de «El Gran Premio de La Bañeza» tiene. Desearía que sí, aunque lo dudo con pruebas fundadas, pues jamás supieron darse cuenta verdaderamente, por ejemplo, de que una película documental que retratase la historia de un evento tan representativo de la ciudad a la que se deben, podría convertirse en el mejor embajador posible de ella. Quizá me equivoque, pero eso me hace pensar que no es la grandeza de su ciudad lo que de verdad les importa, sino su propia grandeza. Pero aunque hay quien no sabe ver lo que vería cualquiera, El Gran Premio de La Bañeza es pura grandeza. Detrás de esa película documental hay un gran esfuerzo y un gran deseo de abrir La Bañeza al mundo entero. Hace falta apoyo para llevar a cabo ese esfuerzo. Y no cabe duda que el primero en dar ese apoyo incondicional habría de ser el propio Ayuntamiento. Aunque también las empresas locales – las que no lo hacen – y la ciudadanía – aquella que no hace ni un gesto, como sería el simple hecho de adquirir el documental  – podrían aportar su granito de arena, para que cada agosto, la carrera de motos por las calles de su ciudad, siga siendo más y más aplaudida, más y más vivida, más y más emotiva. Para los verdaderos amantes, de la carrera, así será. Para otros será sólo una ocasión para intentar, nunca mejor dicho, «hacer el agosto».

No obstante, mantengo mi hilo de esperanza. Como en la tierra leonesa somos muy refraneros, utilizaré el refrán de que «nunca es tarde si la dicha es buena». Se puede enderezar el rumbo y se pueden aún hacer proyectos maravillosos. Y trabajar de forma espléndida para dar el máximo cariño a El Gran Premio de La Bañeza. Los ingredientes se dan y la marca está creada. Hay que resaltar, por supuesto, que es indudable el merito de haber llegado hasta 2015 desde 1952, tratándose de un evento tan delicado y complicado de poner en las calles. Las distintas generaciones de artífices de ese ensueño merecen gran respeto.

Veo cada verano los San Fermines de Pamplona, dimensionados en una forma extraordinaria y me pregunto a mí mismo: ¿hace falta que venga un Ernest Hemingway o algún otro americano, australiano o hindú a escribir al mundo lo que son las motos de La Bañeza, para que así se tome conciencia y se trabaje con eficiencia para que La Bañeza llegué a todos los rincones del mundo?

El motociclismo es un deporte adorado en España. Y en La Bañeza mantiene la frangancia de sus orígenes. ¿Es necesario decir algo más? No, no lo es. Simplemente basta con pasar varias horas con los pelos de punta, con la carne de gallina, con el corazón palpitando al unísono con los corazones de los pilotos, en alguna de las curvas o rectas del circuito este próximo fin de semana… Emocionaros los que amáis este evento. Emocionaros, porque es vuestro.